jueves, diciembre 28, 2006

I'm From Zaragoza.



Tela, tela marinera. Hoy por hoy lo que manda, lo que lleva por la calle de la amargura a la mayoría son las televisiones de plasma superiores a 32 pulgadas. Mis padres tienen una de 42, y tengo que sacarlo a relucir como si de mi polla se tratase cual duelo de miembros cuando alguien me dice que la tiene mas grande que la mía.

El otro día bajaba yo por las escaleras de casa de mis padres y en dos de los tres pisos que tengo que bajar había cajas con televisores de ese tipo. Yo no tengo, tengo uno de esos de tubo normal, grande para lo que es mi casita, si tuviese dinero me pondría algo así, que cojones, si tuviese dinero me pondría un proyector con calidad espacial, puestos a vacilar, pa’ chulo yo. Yo estoy de acuerdo con todos los que dicen que mola, sin mas o que ocupa poco sitio, pero me hace gracia cuando alguien que disfruta con Joselito el gondolero dice que las películas se ven mejor…se ven mas grandes, pero no sé chico, la diferencia que notaran entre una así y una trinitron de tubo normal de esas guapas para ver Sor citroën no creo que sea enorme.

El tema es que uno de los vecinos que se habían comprado uno de esos cacharros es el gitano de abajo, no sé si recordareis a Mi cuqui, el gitano que atropellaron junto a mi.

Esta mañana he estado haciendo de vaquero, lo digo orgulloso, claro que si, lo digo orgulloso porque he estado en una ganadería de reses bravas, por el campo a cuatro grados bajo cero dando de comer a los bichos y ayudando a meter en un cajón a una vaca lisiada. Con tanto frío no he pensado mucho, pero luego ya caliente en el coche me he puesto a pensar lo bonito que es trabajar en algo que te gusta y encima con animales, en el campo. El dueño es un apasionado, y el amigo que me ha invitado aun lo es más si cabe.

Se me ha pasado por la cabeza la relación vaqueristica que puede haber con los USA, porque en el fondo como me sentía como un chinorri con zapatos nuevos me he puesto a soñar. Un gorro de cowboy, mis botas, unos vaqueros marcando paquete y tres días sin afeitar, una camioneta y música con olor a mierda de vaca de fondo.

Mi cuqui fue de los pocos que no vino. Mis amigos negros tenían un tío (o algo así) nacido en Jamaica y militar en las fuerzas aéreas norteamericanas de los estados unidos. Le gustaba el fútbol, el soccer, le gustaba mucho. Lo conocí hace muchos años, tantos como que a Iñaki aun se le llamaba El pereta. Un buen día nos metimos en su pontiac negro, deportivo con dos asientos y tres trozos de esponja recubiertos de cuero que llevaba atrás y nos llevó a la antigua base americana que había en Zaragoza a juguetear allí a fútbol. El recuerdo que tengo es el mismo que tengo de las pelis americanas que hablan del típico grupo de chicuelos jóvenes de algún barrio marginal que hacen un equipo y van a los campeonatos sin ropas adecuadas, luego con el tiempo siempre llega alguien que les hace el regalo de la equipación.

En la base todo era moderno, los chicos llevaban bambas de marca y los coches eran de quitar el hipo, gente con gorro de cowboy y camisas sureñas, que para nosotros eso era el descojone, claro.

Nos pusimos a darle al balón en un campo de fútbol americano que tenían allí, pim, pam, pim pam…montones de crios se pusieron a mirar, a ver que cojones era eso, normal. Para resumir, fue la primera vez en mi vida que vi a verdaderos amagos de cowboy. El tío nos metió en la bolera y nos pidió unos TABS y unos perritos calientes y disfrutamos viendo a los mozos del lugar tirando unos bolos, pasando al lado de los F-16 de la fuerza aérea y de la cara de gilipollas que la gente ponía al ver 8 chavales metidos en un pontiac.

Feliz Navidad.



Gram Parsons - Grievous Angel & GP

Pocas cosas se pueden decir de esto que no se haya dicho ya. Todo lo que se ha dicho bueno de él es poco, porque pocas personas tienen el coraje de decir algo en contra. Sus dos discos principales en uno, un fajo de canciones irrepetibles con un sonido que se ha repetido hasta la eternidad. Gram hizo una revolución, Parsons demostró que no toda persona que se autodestruye tiene que ser un negado para expulsar sentimientos sinceros. Como dijo un amigo mío, yo tengo mis patillas, tengo mis pintas, pero también tengo mi corazón.

Perfecto.


De regalina os pongo un disco de un grupo llamado Hickory Wind.

Yo aun no los he oído, al menos mientras escribo estas letras. Me lo recomiendan, me hablan muy bien de él y como viene que ni pintado ahí pongo el link y vosotros decidís. By Lulla.


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