Yo no tuve adolescencia, me la robaron o simplemente me negué a tenerla. Salté la valla que delimita la niñez y la temprana madurez. Muy joven dejé los estudios para doctorarme en la gilipollez. Currando a una edad que ahora me parece ridícula, bebiendo coca cola en vez de emborracharme y saltando de potro en potro. Si que es cierto que a mi todo me pilló verde, pero verde, verde.
Empecé a currar, y aunque en estos meses he ido contando historias propias no quiero ahora empezar a contar mi vida, de chinorri, con un tío que sabía mas que los ratones colorados. Exilio parisino, buena planta, un tío atractivo. Me contaba sus experiencias sexuales por las francias, y yo tenía que haber estado levantando faldas a las mozas del instituto. Me contaba sus viajes por normandía y yo pensaba en desembarcos. Me contaba su buen trabajo como oficial jefe en la Renault, y yo estaba apretando tornillos.
Cómo sé que a mas de uno le gustan este tipo de anécdotas también voy a contar algo de mi mili, pesado soy un rato, pero es que si no lo suelto me muero aquí, Ja!.
Los críos de ahora, y no es que mi generación haya sido de tíos rudos que se afeitaban a los 14, parecen estúpidos. No veo a mis sobrinos cargando con una Mg a los hombros, tumbado en el suelo de una calle de la Isleta (barrio gran canario), pintado como rambo mientras las mujeres pasaban sin inmutarse al lado nuestro para ir a comprar.
No tío, no, yo no viví una adolescencia. Salté de aquí a allá sin pasar por salida y sin cobrar las 25.000 pesetas. Sales de Guatemala y te metes en la selva.
Ahora es cuando vivo mi adolescencia real, ingenuo, pasando del mundo y a vueltas de todo. Paso de la televisión, paso de las noticias, paso de involucrarme, paso de pensar que es mejor o que es peor, paso de gritar al cielo cosas de las que no sé. Hace poco me metí en un foro y dije que ETA era una mafia. Me dieron suaves palos por todos los lados, pensé que la gente tenía razón, pero fríamente me digno a decir: “En serio que yo no tengo razón?”. A mi me da lo mismo lo que pueda ocurrir, me parece semejante circo que hasta un payaso como yo puede decir lo que le venga en gana que seguro que no acierta, como normalmente pasa con todo el mundo.
Ingenuamente vivo como Dios. Si traicionas a un amigo pasas de boca en boca como un canuto, si un amigo te traiciona no pasa nada, en el fondo es un amigo. Si no ahorras en esfuerzo nunca es valorado como se tiene que valorar y lo único que valoro es lo que realmente hay que valorar.
Esto lo cuento porque no todo es tan importante como pensaba que lo era antes, puede que haya madurado, pero me siento mas adolescente que nunca, eso si, cansado un poco de tanto caminar.
Todo este santísimo rollo que no espero que convenza a nadie viene a raíz de volver a darle mi vida a un disco que siempre amaré. Lo pongo en descarga, para que lo disfrutéis. Los comentarios son particulares visiones de lo que allí yo encuentro.
Fiona Apple - Extraordinary Machine (2005)
Hacía uno año por lo menos que no me lo ponía, pero hace mas de un año que pensaba que esto era como un musical, al menos enfocado así. Cada canción me parece un acto y cada acto un susurro, una comedia o una declaración de sentimientos.
Cada tema parece una escena, en cada canción parece como si Fiona se metiese en un papel. Al que ya le he hablado de este disco sabrá que siempre he nombrado a Tim Burton, siento una cierta relación entre el disco y sus películas. Plasmar las tragedias como si de una obra para el teatro se tratase. Efectos, aullidos y una instrumentación clásica maravillosa.
Por momentos me imagino a mi mismo cantándolas en unas escaleras grises ante la gente, otras ocasiones en cambio no pienso en nada, me quedo pensando lo bonito de las melodías, lo personal que puede ser su voz. Porque esa es otra, Fiona tiene una manera de cantar que enamora, y realmente piensas que nadie podría cantar estas canciones como las canta ella.
No podría quedarme solo con una canción porque aunque Oh sailor me parece bellísima, hay otras que me parecen muy originales y especiales por el transcurrir propio de la canción.
No es música para adolescentes, no es música para cultos adultos, ni es música para oírla de fondo, es música para los que se toman ya todo en coña, porque en el fondo todo hay que tomárselo a coña, por muchos pataleos de niño que hayas vivido ya.
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