jueves, marzo 15, 2007
miércoles, marzo 14, 2007
Güen Aim Brouquen
Hoy en día en este país te pueden tachar de cualquier cosa por decir algo, sea lo que sea sin conocerte lo mas mínimo. Socialista es similar a asesino y se quedan tan panchos, amar a tu país significa ser un facha y parece que el ser políticamente correcto es lo más importante para la gente.
Antonio se llamaba y tenía 33 años. Fue pasando de trena a talego durante su juventud. La verdad es que muchas luces no tenía, las cosas claras. No lo conocí hasta pasados unos años de mi toma de contacto con la realidad. Yo recuerdo que Antonio iba con dos fichajes de mucho cuidao. A uno le llamaban el Frankie, no sé muy bien que habrá sido de él. Media 1.90 como minimo y le apodaban con un diminutivo porque en el fondo querían llamarle Frankestein. Guapo no era, más bien todo lo contrario. Tenía dos o tres piños en la boca y uno en cada punta. Realmente los tres y con mi recuerdo un poco atrofiado me parecían mas viejos de lo que realmente eran. El otro se llamaba Amadeo y era primo de mi madre. También tenía falta de algún hervor, a mi madre la llamaba “Pima”….”ho(d)la Pima, cómo e(z)sta?”. Los tres hacían el trío calavera. Robaban por aquí y robaban por allá, normalmente lo hacían en casa de los gringos que trabajaban en la Base americana de mi ciudad. A los pocos años yo tenía video, cosa de la que solo podía vacilar mi vecino el gitano. A los pocos años también yo tenía el Pong, aquel juego de dos palos y una bola, todo robao, claro.
Cuando digo que tenían pocas luces no exagero y realmente no creo que hicieran lo que hacían para ir jodiendo al personal. Jamás le pidieron a nadie nada y jamás amenazaron a nadie, eran demasiado tontos para ello. Antonio se comió más de un marrón que no era suyo En una ocasión entraron a robar a un Galerías (el almacén de unos pequeños centros comerciales) y se quedaron dormidos. Un “compinche” les esperaba con una furgoneta y al ver que tardaban entró a comprobar si todo estaba en orden. El tema es que en vez de salir con la mercancía se emborracharon con el alcohol que por allí había, se pusieron finos de Jamón y allí que se quedaron pasando la moña. Cosas así fueron las que llevaron a mi Tío Antonio a la cárcel, de penal en penal y no digo que no se lo mereciese, para algo están las leyes y si tú robas un video, que por aquel entonces eran charrísimos, pues es un delito…y delito tras delito....
Pasaba más tiempo en la cárcel que en la calle. Entraban aquí, entraban allá y mas que nada lo hacían por nos saber hacer otra cosa, por eso y por los tranquimazines y su birra.
periódicos, pero bueno, la verdad es que no interesó a muchas personas salvo a mi familia, claro. Con la Ley española en la mano es posible que mi tío tuviese que cumplir la condena impuesta, pero en estos días que corren de lo que menos me fío es de la Ley en España.
Marc Ford - Weary and wired (2007)
http://www.megaupload.com/es/?d=84GL9OZR
No sé, no sé...a mi el disco me parece aburridísimo.
lunes, marzo 12, 2007
domingo, marzo 11, 2007
Eh, marah! co! ven pa'ca.
Hay días que no son ni fáciles ni difíciles, simplemente son pasos, un día mas en la vida y un momento mas para vivir. Escribo esto con una sensación extraña, difícil de describir y mas por una persona que no sabe expresar con palabras lo que siente, que se traba, que se lía y que no tiene la suficiente confianza como para relatar sinceramente lo que por la cabeza le pasa.
En las últimas 12 horas he vivido cosas que seguro me marcaran de por vida. Ayer noche volví a ver a Marah, el grupo de Filadelfia, ciudad norteamericana sin mucho más que los 76ers y algún que otro rincón mágico donde unos hermanos y literatos amantes de la mancha crecieron para poder conseguir hoy en día hacerme feliz.
Comparto la pasión con mi amigo Jony por el tema The dishwasher’s dream de su Lp If you dindn’t laugh you’d cry, una canción que habla (Gracias Jony) de miedo, de terror por perder algo, pánico a no encontrar un día cualquiera el motor que hace funcionar tu coche.
Esta mañana, y entre esas doce horas de las que hablo, he visto el final de otra de mis series vitales. He ido devorando a dos metros bajo tierra a una velocidad bestial y he estado con la duda de que si debía o no debía esperar su fin, pero llegué a la conclusión que todo tiene un final y precisamente con la serie que tiene constantemente ese mensaje en sus capítulos.
Hoy he despertado llorando por el desenlace de la serie, emocionado y sintiendo que cada día la vida me habla más cerca de la oreja y que es necesario estar bien, que es obligación tener el valor de enfrentarse a tus miedos.
Ayer volví a ver dos cosas preciosas, una de ellas en forma de canciones, otra con un precioso flequillo y la misma preciosa cara. Todo tiene un final, y todo final lleva a un comienzo de algo.
Hoy es 11 de Marzo.
No tengo ningun disco de Marah para descargar, asi que os dejo un video.